Baha’u’llah

dice "Con mirada fija y constante, nacida del infalible ojo de Dios, escudrina durante un tiempo el horizonte del conocimiento divino y contempla esas palabras de perfección que ha revelado el Eterno para que, quizás, los misterios de sabiduría divina, hasta ahora ocultos bajo el velo de la gloria y atesorados dentro del tabernáculo de Su gracia, sean puestos de manifiesto ante ti."( Kitab-i-Igan, para. 16)

Astrologia Sabea

En nuestros dias se han difundido muchos puntos de vista equivocados con respecto a la ciencia sagrada, de tal manera que muchos de los adeptos se han habituado al consumo de grandes cantidades de arsénico. Por ello, este sitio ofrece, bajo el simbolismo de un sistema completo de astrologia, un método por el cual los adeptos puedan extraer sal corriente del arsénico. Los realmente perspicaces también encontrarán un ingenioso método para almazenar debidamente el arsénico, ya que es de utilidad en las etapas finales de la obra alquímica. En fin, con este método se encontrará que aún de muy pequeñas cantidades de nuestra Piedra se puede extraer suficiente mercurio para que, Dios mediante, se realice la obra. Alternativamente, podeis bajar una descarga bittorrent de este sitio y archivos relacionados, o ver mi otro sitio de Enlaces a Fe baha'i.

I Lógica sabea, sobre la interpretacion de las correspondencias astrológicas, y la comprension de lectura en general.

П El esoterismo de los números.

ASTROLOGIA SABEA

Prakriti, la palabra India para la creación, esta compuesta de combinaciones de las tres gunas: (1) sattwa, (2) rajas, y (3) tamas, las que se pueden traducir como los principios activo, pasivo, y neutralizante, respectivamente. La siguiente tabla los relaciona a los arquetipos de la adivinación Africana, tradicionalmente adscritos a Hermes Trismegisto, y los trigramas del I-Ching. ЕІ origen preciso de estas correspondencias se puede inferir de un estudio detallado del tetractys, y su propósito se explica por la lógica sabea. Krishna habla de los gunas en el capítulo catorce del Bhagavad-Gita y más información sobre el resto de estos temas se puede obtener de los enlaces de la filosofia baha’i.

cauda draconis - caput draconis

tristitia - carcer

321 | conjunctio - albus populus - via 000

Una correspondencia entre los arquetipos Africanos y principios de Abdul-Baha sigue a continuación. А derecha están los valores Africanos. Los principios pueden estudiarse en los libros de Abdul-Baha, como 'La Sabiduría de Abdul-Baha’, o "Promulgación de la Paz Universal”.

=

о

о оо a fa [a]

Venas _

Este primer hexagrama corresponde al triagrama 000, y lo llamaremos el hexagrama Luna. Para efectos de adivinación es especialmente significativa la linea primera, al ser representativa de la correspondencia planetaria del hexagrama entero.

Venus Luna

upiter

се

o|- ьо lo]

A | a |S кер С е, тна 2 Б ©

El hexagrama resultante corresponde al triagrama 110, y lo llamaremos el hexagrama Mercurio. Para efectos de adivinación es especialmente significativa la linea tercera, al ser representativa de la correspondencia planetaria del hexagrama entero.

Venus

ER

upiter

е

C AE 7 PR ÍS = б ala =

a: © © =

El hexagrama resultante corresponde al triagrama 010, y lo llamaremos el hexagrama Venus. Para efectos de adivinación es especialmente significativa la linea quinta, al ser representativa de la correspondencia planetaria del hexagrama entero.

1

< 0 SE 2 14 =]

; е)

< O 2) С) = У 2 о

o 1 1 Venus Jo Lana Jo

El hexagrama resultante corresponde al triagrama 001, y lo llamaremos el hexagrama Tierra. Para efectos de adivinación es especialmente significativo el texto que encabeza este hexagrama.

El hexagrama resultante corresponde al triagrama 111, y lo llamaremos el hexagrama Marte. Para efectos de adivinación es especialmente significativa la linea cuarta, al ser representativa de la correspondencia planetaria del hexagrama entero.

Е = с о Б |B о р

Ф

о о оо о |

=

upiter

zolz oe |= |e ue Fa be 3 58 5 |.

El hexagrama resultante corresponde al triagrama 100, y lo llamaremos el hexagrama Jupiter. Para efectos de adivinación es especialmente significativa la linea cuarta, al ser representativa de la correspondencia planetaria del hexagrama entero.

Saturno

upiter

Mercuri

zer Е |S a 5 | a = Ф л © [= lol ee

El hexagrama resultante corresponde al triagrama 101, y lo llamaremos el hexagrama Saturno. Рага efectos de adivinación es especialmente significativa la linea sexta, al ser representativa de la correspondencia planetaria del hexagrama entero.

Saturno Marte

Mercurio

upiter

Luna

El hexagrama resultante corresponde al triagrama 011, y lo llamaremos el hexagrama Sol. Para efectos de adivinación es especialmente significativo el texto que encabeza este hexagrama.

I Astrologia sabea.

П Wen Wang Gua, sobre el origen de los trigramas у su uso en la adivinación tradicional taoista.

Ш ет Ching, traducción de Carmelo Elorduy. LOGICA SABEA

La lectura de astrologia sabea da como resultado ocho hexagramas del I-Ching designados con nombres de planetas, y una linea especifica de cada uno. Estos se interpretan leyendo el texto que acompana a las lineas, como por ejemplo en la traduccion al Inglés de James Legge. Cada uno de los textos se puede representar como un triagrama y leido en el orden especificado en el grafico. De acuerdo al principio de lógica matemática llamado igualdad lógica, si los dos lados de una ecuación son iguales el resultado es yang ( 1 ) y si son diferentes el resultado es yin ( 0

).

һи Mame | 7 Оһо шше e Joor era

Esto se puede usar para estudiar la relación entre los triagramas, estableciendo correspondencias lógicas entre los textos representados por ellos, y este sistema funciona para cualquier tipo de escrito. La combinación lógica por la cual los triagramas se combinan para producir otros triagramas es igualmente como los párrafos representados por ellos se pueden combinar para entenderlos. Por ejemplo, cuando el triagrama Luna se combina lógicamente con el triagrama Saturno se produce el triagrama Venus, etc. Para la lectura esto y su disposición quiasmática, tal como se explica al final de esta página, parece suficiente, mientras que para la escritura pareceria que se requiere entenderlos como manifestaciones de prakriti, tal como se vió en la astrología sabea. Lo siguiente busca dar una explicación científica, basada en la serie Fibonacci, de una importante consecuencia de esto, es decir, que todos los escritos se dividen naturalmente en dos tipos distintos.

En general, lecturas y escritos se dividen en dos tipos distintos, ya sea que el lector o autor los consideren una busqueda intelectual o la expresion de hechos ( para el ) del todo evidentes. Se puede determinar científicamente a cual de estos dos pertenece un escrito filosófico. Se exprese explícitamente o no, todos comienzan con una distincción entre lo que existe y lo que no existe, expresados como dos cosas separadas

y distintas. Representaremos estos como 1 y 0 respectivamente. Aunque desde el punto de vista de la Naturaleza se pueda expresar que lo que existe aparece de la nada, expresado como 0, 1, es evidente que para todo lo que es dicho la nada o el cero no se pueden entender como un absoluto, sino solo en relacion a lo que se dice que existe. Por lo tanto, representaremos el principio básico de la aparición de la existencia, y todo razonamiento discursivo en relacion a el, como 1, 0. De estos todo discurso procede, y asi del cero aparece un uno, expresado como 1, 0, 1. Pero asi como la nada no se puede expresar como un absoluto, tampoco puede serlo aquello que se dice que existe, una vez comenzado el discurso. Por eso del uno que establecimos anteriormente procede un uno y un cero, y no solamente el cero porque ya existe en relacion al cero anterior, y no únicamente un uno porque entonces se tendría que entender como un absoluto. La expresion viene a ser entonces: 1,0,1,1,0. Todos los valores subsecuentes se pueden determinar en base a este mismo principio. Los primeros tres han producido otros ciertos valores, asi que continuamos el discurso en base a lo que el cuarto le añade. Siendo este un uno, y como un uno produce un uno y un cero, la próxima expresion es: 1, 0, 1, 1, 0, 1, 0. Continuando con el quinto elemento, y siendo este un cero, el próximo valor expresado es un uno, y despues el sexto elemento, siendo un uno, produce un uno y un cero. Entonces tenemos la expresion: 1, 0, 1, 1, 0, 1,0,1,1,0. Los primeros dos valores produjeron valores únicos, y comenzando con el tercero, produjo dos valores, entonces esos dos produjeron tres, y esos tres producen cinco. Los cinco entonces producen ocho, que puede expresarse como la suma de cinco y tres, los cinco mismos siendo la suma de tres y dos. ЕІ dos se produjo sumando uno y uno, y antes de eso teniamos la expresion del cero. Por lo tanto, como los tres primeros valores producen un único valor, algunos escritos comienzan con la expresión de este único valor, y algunos otros expresan asimismo el uno y el cero previos. Los primeros son los escritos de los intelectuales, y los otros los de los poetas místicos. Entonces para la aplicación de lógica sabea a la comprension de estos escritos, será conviente recordar que algunos comienzan con el primer triagrama, Luna, mientras que otros lo hacen con el tercero, Mercurio. Ya que la progresión de unos y ceros no produce ningun patrón repetible, solo hay estas dos posibles formas de todo razonamiento discursivo. Otros escritos como son los de los cientificos o escritores de fantasias dependen de la abilidad de la mente para recordar cosas que aparecen juntas unas a otras, y así presentan unos ceros y unos en un intento azaroso de tratar de retener la atención del lector, pero no de acuerdo a ningun principio de lógica. Un ejemplo de la forma de lectura ( o escritura ) propuesta se dará a continuación. Si el tercer párrafo de una escritura se considera como el triagrama Mercurio, se manifestará en contraste a lo expresado por el sétimo párrafo, representado por el triagrama Jupiter, expresandose en lo expuesto en el quinto párrafo, representado por el triagrama Saturno. Pero si fuera un escrito intelectual, los párrafos tercero y sétimo se representarian, en vez, por Saturno y Luna respectivamente. El onceavo párrafo seria igualmente Saturno, y la Luna y Saturno producen Venus, el cual sería el color del octavo párrafo. Si fuera un escrito místico, el onceavo párrafo sería Mercurio, y Mercurio y Jupiter no producen Venus. Por esta y otras formas similares se puede determinar si el escrito filosófico es el de un intelectual o el de un místico. Por ejemplo, el noveno y decimotercer párrafo serian Luna y Saturno en escritos místicos, mientras que serian Mercurio y Jupiter en los intelectuales, y el primero de estos produciría el décimo párrafo Venus, etc. Desafortunadamente, algunos escritos han sido cambiado por sus editores, y la

division original de los párrrafos ya no es evidente. Tal es el caso, por ejemplo, con versiones modernas de "El Libro de La Certeza", traducido por Shoghi Effendi de Baha'u'llah, y la Biblia. En este caso es necesario usar la propia intuición para determinar donde acaba y donde empieza un párrafo. Si esto no es posible, es porque nos falta información de lo escrito, o determinamos que el escrito no vale la pena.

El primer párrafo usado en lógica sabea es siempre el primero en el texto, pero un texto de al menos dieciseis párrafos se interpreta como un quiasmo. En otras palabras, el segundo párrafo usado en lógica sabea seria el número dieciseis o un múltiple de dieciseis, el tercero a interpretar seria el segundo párrafo, y el cuarto el penúltimo del multiple de dieciseis, etc. Si el texto es intelectual (que comienza con el tercer párrafo) entonces eso debe tomarse en cuenta al buscar el segundo párrafo a ser interpretado, y en el caso de un texto de dieciseis párrafos seria el doceavo, porque doce seria el tercero antes del último, considerando que el catorce seria en realidad el dieciseis. Ningún quiasmo tendrá mas de 80 elementos, y todo despues del 80 se interpreta como un nuevo quiasmo. Notese que los escritos intelectuales terminarian el primer quiasmo con el 76 y comenzarian el próximo con el 79. Si el próximo tiene menos de dieciseis párrafos, puede ser considerado como parte de un quiasmo que incluye el anterior. Por ejemplo, para un texto de 20 párrafos, los párrafos 17 - 20 pueden considerarse como la segunda parte de un quiasmo de 32 párrafos, lo cual los relacionaria con los párrafos 13 - 16.

Aqui estan algunas otras asociaciones de los triagramas:

DEL SEGUNDO LIBRO SOBRE LA GENERACIÓN Y CORRUPCIÓN DE ARISTOTELES

procesos. Nos resta examinar los llamados «elementos» de los cuerpos.

En todas las sustancias naturalmente constituidas no hay generación ni corrupción sin la existencia de cuerpos perceptibles. Empero, algunos filósofos afirman que la materia subyacente a dichos cuerpos es una, suponiendo, por ejemplo, que es el aire, el fuego o un intermedio de éstos, tratándose en todos los casos de algo corpóreo y separado. Otros, en cambio, afirman que hay más de una materia (postulando, unos, el fuego y la tierra; otros, agregando el aire a los anteriores como tercer elemento; otros más, sumando el agua como cuarto: así hace Empédocles) y que, a partir de la asociación y disociación o alteración de estos elementos, tienen lugar la generación y la corrupción de las cosas.

Demos, pues, nuestro acuerdo a que es correcto llamar principios y elementos a las materias primarias a partir de cuya transformación, por asociación y disociación u otro tipo de cambio, se producen la generación y la corrupción.

Pero se equivocan quienes postulan una materia única aparte de las mencionadas y que es dins y ало. Es Eo en efecto, bleu un sited ч аа sin ige: una

кирир рр е deberá: ser е йал о со, frío o айла,

Por otra parte, lo que está escrito en el Timeo carece de toda precisión, visto que Platón no dijo con claridad si el «receptáculo universal» está separado de los elementos, ni hace ningún uso de él, limitándose a decir que es un sustrato anterior a los llamados elementos, tal como lo es el oro con respecto a los objetos de oro (sin embargo, expresado de este modo, esto no constituye una fórmula feliz, sino que sólo vale para las cosas sujetas a alteración, pero es imposible que aquellas cosas que se generan y se destruyen sean nombradas a partir del sustrato del que han surgido; él, no obstante, afirma que es mucho más verdadero decir que cada uno de los objetos de oro es «oro»). Además, Platón lleva el análisis de los elementos -que son sólidos- hasta el nivel de las superficies, pero es imposible que la «nodriza» y la materia prima sean las «superficies».

Nosotros decimos, en cambio, que hay una materia de los cuerpos sensibles, de la cual se generan los llamados elementos; pero ella no posee existencia separada, sino que está siempre asociada a una pareja de contrarios. En otros escritos hemos desarrollado estos asuntos con mayor precisión.

Pero, puesto que también los cuerpos primarios surgen de la materia de este mismo modo, debemos dar una explicación sobre ellos, en la creencia de que la materia, que es sustrato de las cualidades contrarias, pero sin estar separada de ellas, es principio, y principio primario (pues ni lo caliente es materia de lo frío, ni éste de lo caliente, sino que el sustrato es materia de ambos). En consecuencia, «principio» es, en primer lugar, aquello que es potencialmente un cuerpo perceptible; en segundo lugar, las parejas de contrarios (menciono como ejemplo la calidez y la frialdad), y, en tercer lugar, el fuego, el agua y sus similares. Estos últimos, en efecto, se transforman unos en otros, al contrario de como afirman Empédocles y otros pensadores (porque, en tal caso, no habría alteración), pero las parejas de contrarios no se transforman.

Con esto, sin embargo, no menos debemos tratar la cuestión de cuáles y cuántos son los principios del cuerpo, pues todos los demás filósofos los presuponen y se valen de ellos sin decir por qué son tales y tantos.

§ 2 - Dado que buscamos los principios del cuerpo perceptible, esto es, «tangible», у que tangible es aquello cuya percepción se da por contacto, resulta evidente que no todas las parejas de contrarios constituyen las formas y los principios del cuerpo, sino solamente las correspondientes al tacto, pues dichos cuerpos difieren conforme a una contrariedad, a saber, una contrariedad de cualidades tangibles. Por eso, ni la blancura O la negrura, ni la dulzura o el amargor, como tampoco ninguna de las demás contrariedades sensibles, constituyen un elemento.

La vista, en verdad, posee prioridad respecto del tacto, por lo cual también su objeto es anterior, pero no es una afección del cuerpo tangible en cuanto tangible, sino según otro aspecto, si bien ocurre que este otro aspecto sea naturalmente anterior.

Por consiguiente, debemos distinguir cuáles son las diferencias y contrariedades primarias de los cuerpos tangibles mismos. Las contrariedades correspondientes al contacto son las siguientes: caliente-frío, seco- húmedo, pesado-liviano, duro-blando, viscoso-desmenuzable, áspero-liso, grueso-fino.

De estas parejas, pesado y liviano no son ni activos ni pasivos, pues ellos no deben su nombre al hecho de actuar sobre otra cosa o de padecer por agencia de ella. Pero es necesario que los elementos sean recíprocamente activos y pasivos, pues se combinan y transforman unos en otros.

En cambio, caliente y frío, y seco y húmedo, deben su nombre a que son, los unos activos y los otros pasivos. «Caliente» es aquello que asocia cosas del mismo género (pues «disociar», función que adjudican al fuego, es asociar cosas de una misma familia, porque concurrentemente se opera la destrucción de las cosas extrañas); y «frío» es lo que reúne y asocia, por igual, tanto cosas del mismo género como de distinta familia. Y «húmedo» es lo indeterminado en su propio límite, pero fácilmente delimitable; mientras que «seco» es lo fácilmente delimitable por su propio límite, pero que difícilmente adopta uno impuesto.

De estos últimos derivan lo fino y lo grueso, lo viscoso y lo desmenuzable, lo duro y lo blando y el resto de las diferencias tangibles.

Así, la «capacidad de colmar» es propia de lo húmedo, debido a que no está determinado, es fácilmente determinable y sigue la forma de aquello con lo que entra en contacto. Y lo fino posee «capacidad de colmar» porque está hecho de finas particulas, y lo que consiste en particulas diminutas tiene capacidad de colmar; en efecto, está en contacto todo con todo, y lo que es fino posee en máximo grado esta característica. De esto resulta evidente que lo fino deriva de lo húmedo y lo grueso de lo seco.

A su vez, lo viscoso deriva de lo húmedo (pues lo viscoso es algo húmedo que ha padecido una cierta afección, por ejemplo, el aceite), y lo desmenuzable de lo seco, porque desmenuzable es lo completamente seco que, de tal suerte, se ha solidificado por carencia de humedad.

Lo blando también deriva de lo húmedo. Blando es, en efecto, lo que cede hacia sin cambiar de posición, como hace precisamente lo húmedo -por eso, lo húmedo no es blando, mas lo blando deriva de lo húmedo.

Lo duro, por su parte, deriva de lo seco, porque duro es lo que ha solidificado, y lo sólido es seco.

Empero, «seco» y «húmedo» se dicen con numerosas acepciones. En efecto, a seco se oponen tanto húmedo como mojado y, por su parte, tanto seco como sólido se oponen a húmedo, pero todas estas cualidades derivan de lo «seco» y de lo «húmedo» antes mencionados.

Puesto que lo seco se opone a lo mojado, y que mojado es lo que posee una humedad extraña en su superficie (mientras que empapado es lo que la posee en su parte más profunda), y que, por otro lado, seco es lo que está privado de dicha humedad, de todo esto resulta evidente que lo mojado será un derivado de lo húmedo y que lo «seco» que a él se opone derivará de lo «seco» entendido en la primera acepción.

Lo mismo, a su vez, sucede con lo húmedo y lo sólido. Húmedo es lo que posee una humedad propia en su profundidad (empapado, en cambio, es lo que allí tiene una humedad extraña) y sólido es lo que está privado de ella. En consecuencia, la segunda de estas cualidades deriva de lo seco y la primera de lo húmedo.

Es manifiesto, por tanto, que todas las demás diferencias se reducen a las primeras cuatro, pero éstas no pueden ser reducidas a un número menor. En efecto, ni lo caliente es, propiamente, lo que es húmedo o seco, ni lo húmedo es, propiamente, lo que es caliente o frío; ni tampoco lo frío y lo seco dependen uno del otro ni de lo caliente y lo frío. En consecuencia, tales diferencias son necesariamente cuatro.

§ 3 - Las cualidades elementales son cuatro, y las parejas resultantes de la combinación de cuatro términos son seis; sin embargo, los contrarios por naturaleza no pueden acoplarse (porque es imposible que la misma cosa sea caliente y fría, o húmeda y seca). Es evidente, entonces, que las parejas de cualidades elementales serán cuatro: caliente y seco, húmedo y caliente, y luego frío y seco, y frío y húmedo. Se atribuyen según un orden lógico a los cuerpos de apariencia simple: fuego, aire, agua y tierra.

En efecto, el fuego es caliente y seco, el aire caliente y húmedo (pues el aire es casi un vapor), el agua fría y húmeda, la tierra fría y seca, con lo cual las diferencias se distribuyen racionalmente entre los cuerpos primarios y su número responde a un orden lógico. Así, todos los filósofos que colocan los cuerpos simples como elementos, postulan uno, dos, tres o cuatro. Ahora bien, quienes afirman que hay uno solo, y luego hacen generar todo lo demás por condensación y rarefacción, postulan, de hecho, dos principios, lo raro y lo denso, o bien lo caliente y lo frío -en efecto, éstos son los principios modeladores, mientras que lo Uno subyace como materia.

Mas quienes desde el inicio postulan dos elementos, como Parménides lo hace con el fuego y la tierra, colocan a los intermedios, el aire y el agua, como combinaciones de los anteriores. Lo mismo hacen quienes hablan de tres elementos, como Platón en sus Divisiones, pues coloca el «medio» como una mezcla. Y los que postulan tres elementos afirman casi lo mismo que quienes suponen dos, salvo que los primeros seccionan el

medio en dos, en tanto que los últimos lo consideran uno solo.

En cambio, algunos afirman que desde el inicio hay cuatro elementos, como Empédocles. Pero también él los reduce a dos, dado que opone el fuego a todos los demás elementos.

Empero, el fuego, el aire y cada uno de los cuerpos mencionados no son simples, sino combinaciones. Los cuerpos simples poseen características similares a estos ultimos, pero no son idénticos a ellos; por ejemplo, el cuerpo simple semejante al fuego es «igneo», no fuego, y el que es semejante al aire es «aéreo», y lo mismo ocurre en los demás casos.

El fuego es un exceso de calor, tal como el hielo es un exceso de frío, pues el congelamiento y la ebullición son excesos, el primero de frío, la segunda de calor. Así pues, si el hielo es un congelamiento de lo húmedo y lo frío, también el fuego será una ebullición de lo seco y lo caliente (por eso, nada se genera del hielo o del fuego).

Siendo cuatro los cuerpos simples, forman dos pares respectivos que pertenecen a dos regiones del espacio (fuego y aire, en efecto, pertenecen a la región orientada hacia el límite exterior, mientras que tierra y agua pertenecen a aquella orientada hacia el centro), y el fuego y la tierra son los cuerpos extremos y más puros, mientras que el agua y el aire son los intermedios y más combinados.

Además, los miembros de cada par son contrarios a los del otro: el agua es contraria al fuego y la tierra al aire, pues están compuestos de afecciones contrarias. Y, sin embargo, siendo cuatro, cada uno posee una afección que le es simplemente propia: la tierra posee la afección de lo seco más que la de lo frío, el agua la de lo frío más que la de lo húmedo, el aire la de lo húmedo más que la de lo caliente, y el fuego la de lo caliente más que la de lo seco.

$ 4 - Dado que antes determinamos que la generación de los cuerpos simples es recíproca, y que a la vez es manifiesto a la percepción que estos cuerpos se generan (de lo contrario, no habría alteración, ya que ésta tiene lugar según las afecciones de los cuerpos tangibles), debemos explicar cuál es la modalidad de su cambio recíproco, y si todos ellos pueden generarse a partir de todos, o si esta posibilidad la tienen unos cuerpos simples pero no otros.

Es evidente que todos estos cuerpos por su naturaleza pueden transformarse unos en otros. La generación, en efecto,tiene por término y por punto de partida a los contrarios, y todos los elementos poseen una oposición recíproca debido a que las cualidades que los distinguen son contrarias. En algunos elementos ambas cualidades son contrarias, por ejemplo, en el fuego y el agua (el primero es seco y caliente, la segunda húmeda y fría), mientras que en otros solamente una lo es, como en el caso del aire y el agua (pues aquél es húmedo y caliente, y ésta húmeday fría). En consecuencia, es manifiesto que, en general, todos ellos por naturaleza pueden generarse de todos, y no es difícil ver cómo esto ocurre en cada caso particular. Efectivamente, todos procederán de todos, pero habrá diferencias en virtud de la rapidez o lentitud y de la facilidad o dificultad de la transformación.

Así, es más rápida la transformación de aquellos cuerpos que tienen características que se corresponden entre sí, pero es más lenta la de los cuerpos que carecen de dichas características, debido a que es más fácil el cambio de una sola cosa que el de muchas.

Por ejemplo, el aire resultará del fuego al cambiar una de las dos cualidades (este último es caliente y seco y aquél caliente y húmedo, de modo que habrá aire si lo seco es dominado por lo húmedo) y, a su vez, el agua procederá del aire si lo caliente es dominado por lo frío (el segundo es caliente y húmedo, y la primera fría y húmeda; por lo tanto, habrá agua al producirse el cambio de lo caliente). Ocurre de igual modo cuando la tierra surge del agua y el fuego de la tierra, pues en ambas parejas cada elemento posee características que se corresponden con las del otro. El agua, en efecto, es húmeda y fría, mientras que la tierra es fría y seca, de manera que al ser dominado lo húmedo habrá tierra. Por su parte, dado que el fuego es seco y caliente, y la tierra fría y seca, si llega a destruirse lo frío, surgirá el fuego a partir de la tierra.

Es manifiesto, en consecuencia, que la generación de los cuerpos simples ha de ser cíclica, y que esta modalidad de cambio ofrece menos dificultades, por existir características correspondientes en los elementos que son consecutivos.

En cambio, aunque es posible que se genere el agua del fuego, la tierra del aire y, por su parte, el aire y el fuego de la tierra y del agua respectivamente, ello resulta más dificultoso, ya que el cambio abarca más cualidades. Pues si del agua ha de surgir el fuego, es menester que sean destruidos tanto lo frío como lo húmedo; y, a su vez, si de la tierra ha de resultar el aire, deberán destruirse tanto lo frío como lo seco. Lo mismo sucede si del fuego y del aire han de derivarse, respectivamente, el agua y la tierra, pues es necesario que cambien ambas cualidades.

Por tanto, la generación recién considerada requiere más tiempo. Por otro lado, si se destruye una sola de las cualidades de cada elemento, la transformación será más sencilla, pero no será recíproca, y del conjunto de fuego y agua derivarán la tierra o el aire, y del conjunto de aire y tierra derivarán el fuego o el agua.

En efecto, cuando se destruyen lo frío del agua y lo seco del fuego, habrá aire (porque subsiste lo cálido del segundo y lo húmedo de la primera), mientras que cuando se eliminan lo cálido del fuego y lo húmedo del agua, tendremos tierra, a causa de subsistir lo seco del uno y lo frío de la otra. De forma similar, el fuego y el agua resultarán del conjunto de aire y tierra; pues, cuando se destruye lo cálido del aire y lo seco de la tierra, habrá agua (subsiste, en efecto, lo húmedo de aquél y lo frío de la tierra), en tanto que, cuando se elimina lo húmedo del aire y lo frío de la tierra, se tendrá fuego, en razón de subsistir lo cálido del primero y lo seco de la segunda, cualidades que, precisamente, son las del fuego. Esta generación del fuego concuerda con los datos de la percepción; en efecto, la llama es fuego por antonomasia, es humo ardiente, y el humo está compuesto de aire y tierra.

Pero, tratándose de elementos consecutivos, no es posible que se produzca una transformación en alguno de los cuerpos simples en virtud de la destrucción de una cualidad elemental en cada uno de los dos. Esto se debe a que en ambos subsisten o las mismas cualidades o las contrarias, y no es posible que un cuerpo se genere a partir de dos cualidades idénticas o contrarias. Nada se generará, por ejemplo, si se destruyera

lo seco del fuego y lo húmedo del aire (porque en ambos subsistirá lo cálido); en tanto que, si se destruyera lo cálido de cada uno de ellos, subsistirán los contrarios, seco y húmedo.

También sucede lo mismo en los otros casos, pues en todos los elementos consecutivos existe una cualidad idéntica y otra contraria. Luego es también evidente que la generación adviene, en unos casos, al transformarse un elemento en otro por la destrucción de una cualidad, mientras que, en otros casos, ocurre por la transformación de dos elementos en uno en virtud de la destrucción de más de una cualidad.

Hemos establecido, pues, que todos los elementos se generan a partir de todos y explicamos de qué modo se produce su mutua transformación.

I Lögica sabea, sobre la interpretaciön de las correspondencias astrolögicas, y la comprension de lectura en general.

II El "Tarot de los Bohemios’ de Papus.

III El tetractys sabeo, interpretando el eneagrama desde el punto de vista de la filosofia samkhya de la India.

CAPÍTULO TERCERO DEL 'TAROT DE LOS BOHEMIOS’

Los números y las operaciones teosóficas - Significado de los números. LOS NÚMEROS

El concepto que se tenía de los números en la antigúedad es casi desconocido en nuestros días. Considerando que la unidad es el término constante que interviene en la formación de la cantidad, cualquiera que ésta sea, los antiguos veían en el número la expresión de leyes absolutas. De aquí la veneración por el número 3 y el 4, perfectamente incomprensible para nuestros matemáticos. Es evidente que si los antiguos no hubieran conocido otras operaciones numéricas que las usadas en nuestros días carecerían de explicación las ideas enseñadas en las universidades de la India, de Egipto y de Grecia. ¿Cuáles son, pues, estas operaciones, desconocidas por nuestros sabios?

Dos: la reducción y la adición teosófica.

Estas operaciones se dicen teosóficas, porque nos introducen en el mundo de las "leyes esenciales" de la naturaleza. Estas enseñanzas formaban la base de la instrucción secreta y oral que se trasmitía a determinadas personas predispuestas, y se les daba el nombre característico de "Esoterismo".

REDUCCIÓN TEOSÓFICA

La reducción teosófica consiste en reducir a un solo dígito las cifras que entran en la composición de un número dado, tal como se verá en los ejemplos siguientes:

10=1+0=1

11 =1 +1 =2

14 =1+¿=3

126=1+2+6=9

2488 =24+44+84+8=22=24+2=4

Estas operaciones corresponden a lo que llamamos hoy "la prueba del nueve”.

29 ADICIÓN TEOSÓFICA La adición teosófica consiste en sumar aritméticamente la serie natural de los números,

comenzando por la unidad, hasta incluir el número propuesto. Por ejemplo, el número 4 será igual a:

1+2+3+4=10

El número 7 igual a: 1+2+3+4+5+6+7=28, que es igual a: 2 + 8 = 10. El 12 iguala: 1+2+3+4+5+6+7+8+9+ 10 + 11 + 12 = 78.

Reducción y adición teosóficas son las dos operaciones que deben dominarse para comprender la antigúedad. Apliquemos estos procedimientos a cualquier número, para descubrir la ley que rige su progresión. La reducción teosófica nos muestra inmediatamente que todos los números se reducen a los nueve primeros dígitos de la serie natural. Mas esta consideración no es todavía suficiente; una observación más atenta nos traerá nuevas luces.

Tenemos que los números 1, 4, 7 y 10 son iguales a 1 puesto que 1 = 1.

4=1+2+3+4=1 Т=1+2+3+4а+5 +6 +7 = 28 = 2 +8 = 10 =1 10 = 1

De manera que el dígito 1 se reproduce después de la serie de cada tres, esto es:

1. Z dd 232% 4 10 1 7 28 10 = 1

Se podría escribir, por lo tanto:

бз шж. т (1)

а 9: 6, (1) etc.

De la precedente consideración, resulta:

1. Que todos los números reproducen, en su evolución, los cuatro primeros.

2. Que el último número de los cuatro considerados, esto es el No. 4 representará la unidad en una octava diferente.

La serie de los números puede entonces escribirse así:

Про ДЕ 7 13, 14, 15, d 5o B: 16. 17. 18. 7. 8. 9. 19. etc.

10.: 11, 12

Observemos que los números 4, 7, 10, 13, 16, 19, etc., representan diferentes concepciones de la unidad, tal como lo prueba la adición y reducción teosófica de los mismos.

+2+3+4=10=1 +2 7374 +3 +047] 28 = 2 +8 = 10 = 1 =4=1+2+3 +4 = 10 = 1

1 1 1

Б У н н

ice) 1 |

16=-7=1+2+3+4+5+6+7=285=2+85=10=1 19 = 10 = 1 etc., etc.

Se comprueba entonces que después de cada tres cifras la serie vuelve bruscamente a la unidad, mientras que lo hace en forma progresiva entre las dos intermediarias. Repitamos una vez mas que el conocimiento y el estudio de las leyes que rigen las cantidades, en la forma que acabamos de hacerlo, nos da la clave de las ciencias ocultas. Resumiendo: todas las cantidades pueden ser reducidas a la serie de los cuatro primeros digitos, dispuestos en el orden siguiente:

12 45 Я. 4.

Valor de los doce primeros números que da la clave de la cifra (78) correspondiente a las cartas del Tarot:

1=1

a U = 8

3=1+2+3=6

4=1+2+3 +4 = 10

S=1+2+3I+4+=15 seilr2++3 ra HF +6 = 2) 7Sel4+2+94+44+534+04F7= 28 sel+2+3+21 +3 +604 746 = 36 g=1+2+3+4+5+6+7+8+9=45

los Itata tatter FETU + 1 Ko ПЮП=1+2+3+4+5+6+7+6+890+10+11=66 Zzel+2+73 Fe +3 #°+7475 +93 HB Hr 1 1 + iS 76

SIGNIFICADO DE LOS NUMEROS

Sin embargo no se detienen aquí las enseñanzas de la ciencia antigua sobre los números, todavía se les atribuía un significado personal; y como hemos reducido a los cuatro primeros la serie de todos los números, nos bastará conocer el atribuido a cada uno de aquellos cuatro. La unidad representa el principio creador de los números, puesto que todo emana de ella. Es el principio activo por excelencia. Mas la unidad sola nada puede producir, salvo oponiéndose a misma, de aquí nace la dualidad representada por el dos (principio pasivo por excelencia). De la unión de la unidad y de la dualidad nace el tercer principio, que reúne los dos opuestos en una común neutralidad:

1 + 2 = 3

Tres representa, por lo tanto, el principio neutro por excelencia. Pero estos tres principios se reúnen en el cuarto, el cual vendrá a ser un nuevo aspecto de la unidad, en carácter de "principio activo". La ley que rige estos principios será entonces la siguiente:

1. Unidad o vuelta a la 2. Oposición, 3. Acción de oposición sobre la unidad. antagonismo. unidad.

Activo (1) Pasivo (2) Neutro (3)

E ss Al

I Esoterismo de los nümeros. II Numerologia de los arcanos menores del Tarot. III Interpretaciön del I-Ching.

EL TETRACTYS SABEO El siguiente diagrama corresponde al Mundo de la Creaciön:

Los números 1, 2, y 3 corresponden a los principios activo, pasivo, y neutralizante respectivamente, y cada combinacion se llama un guna en la filosofia samkhya de la India. Donde aparecen solos o en relacion a lineas indican una correlacion del orden de aparición del principio entre dos de las seis posibles maneras en que aparecen los principios. La figura en el centro tiene nueve puntos externos, que corresponden a los puntos externos del tetractys, y el punto central corresponde al interno.

El siguiente diagrama corresponde al Arco Descendente.

Como es sabido por los estudiantes del tetractys y de la música, la escala musical tiene un intervalo entre Mi y Fa, y otro entre Si y Do. Donde exactamente pertenecen en la figura del tetractys es tema de muy diversas opiniones, y la presentada aquí no se encuentra en ninguna de las autoridades conocidas o consultadas por este autor ( Ouspensky, Gurdjieff, Collin, Mouravieff, o en la filosofia India conocida como samkhya ). Generalmente hay acuerdo en que hay una octava lateral ( una escala paralela ) en la que Fa, Sol, y La llenan el intervalo entre Mi y Fa. He puesto Sol entre dos puntos del tetractys porque tanto en el Mundo de la Creación y el Mundo de Dios tienen un principio común a esos puntos, que corresponde al planeta Tierra, y el Arco Descendente lo toma en cuenta por parte del Mundo de la Creación, mientras que el Arco Ascendente lo toma en cuenta por parte del Mundo de Dios, como se explica a continuación. Cuando Fa, Sol, y La de la octava lateral llenan el intervalo Mi - Fa, Si y Do de la octava lateral aparecen en lugar de Fa y La, con Sol dando cuenta por el intervalo Si - Do. La relación entre los principios tambien muestra donde se encuentran los intervalos, y son diferentes de los del diagrama anterior porque los principios asociados a Saturno se han cambiado con los asociados a Marte. La octava lateral está asociada a un Acto de Dios, y sin embargo tal Acto solo se manifiesta despues de aparecido Sol en el Arco Descendente, o sea en La, que corresponde a Do en la octava lateral. Por lo tanto, el mismo Acto intercambia los principios asociados a Do en la octava lateral con los asociados a Do en el Arco Descendente, para producir el Arco Ascendente:

Solo cabe agregar aquí que completar el Arco Ascendente involucra intercambiar los principios asociados a Do en la nueva octava lateral con los asociados a Do en el Arco Ascendente, y esto está mas allá de la comprension humana, pero pertenece al Mundo de Dios ( el siguiente diagrama ). Por el Acto de Dios, el hombre se encuentra en el Arco Ascendente, y sin embargo debe ser concebible para él que esos principios se intercambien, para que su propio progreso sea concebible. Esto es exactamente lo que ocurre en el diagrama correspondiente al Mundo de Dios:

К-Ы oo» —™ ө

a

Ya que tal estado permanece para siempre por encima de la comprension humana, tambien se representan a los gunas con triagramas del I-Ching. Siguiendo el orden del diagrama anterior, los gunas 231 y 132 son representados por triagramas correspondientes a Venus y Saturno, pero estos gunas son tambien representados por otros triagramas correspondientes a Tierra y Sol. ЕІ Sol aparece simbólicamente en la parte superior de este diagrama.

I Astrologia sabea. П Tetractys sabeo.

PREFACIO DEL "TAROT DE LOS BOHEMIOS’

El mazo de las cartas del Tarot, transmitidas por los Bohemios de generación a generación es el libro primitivo de la iniciación. Esto ha sido demostrado claramente por Guillaume Postel, Court de Gébelin, Etteila, Eliphas Levi, y J. A. Vaillant.

La clave a su construcción y aplicación no ha sido aún revelada, hasta donde yo se. Por lo tanto quise llenar esta deficiencia supliendo a los Iniciados, i.e. aquellos que estan familiarizados con los elementos de la ciencia oculta, con una guia certera, la cual los asistiria en la persecución de sus estudios.

El lector no iniciado encontrará en el la explicación de la alta filosofia y ciencia del Egipto antiguo; mientras que a las damas se les habilita practicar el uso del Tarot adivinatorio, por métodos que hemos hecho faciles en el capítulo XX.

El libro se ha dispuesto de tal forma que cada parte forma un todo completo, el cual puede ser, si es necesario, estudiado separadamente.

He usado cada esfuerzo para ser lo mas claro posible; el público que ha recibido calurósamente mis otros libro espero que perdonarán las imperfecciones inherentes a un trabajo de este tipo.

DEL CAPÍTULO QUINTO, SOBRE LA CLAVE DE LOS ARCANOS MENORES

REY

Cabeza -- Espiritualidad Mundo Divino

Pecho -- Vitalidad Mundo Humano

САВА О

Cuerpo -- Materialidad Mundo Material

PORTERO

ue Transición de un mundo a otro

DEL CAPÍTULO SÉTIMO, SOBRE LA RELACION ENTRE LOS ARCANOS MAYORES Y MENORES

De un lado los Diamantes, del otro el ternario de transición, establecen la relación entre los arcanos mayores y los arcanos menores. Esta relación se resume en la más general de las cuatro letras del tetragrama.

Transición de un ser a otro

PRIMER SEPTENARIO

SEGUNDO SEPTENARIO

TERCER SEPTENARIO

TERNARIO DE TRANSICIÓN El ternario de transición domina: Los 4 Porteros

Los 4 Diez

Cada uno de estos elementos domina así:

Portero de Corazones,

Arcano 19 (co) Po Кү, ОЕ Arcano 20 (х) (+)

Espadas,

Portero de Bastos,

(+) (+) Portero de

Diamantes,

(-) (-) Агсапо 21 Todos los 10, (co) (co)

I Astrologia Sabea. INTERPRETACIÓN DEL I-CHING

Hay tres maneras de correlacionar los cinco elementos a los triagramas, correspondiendo a Tierra, Hombre, y Cielo. Las correlaciones comunmente conocidas corresponden a Tierra, y las otras derivan del estudio de la alquimia china.

TIERRA: чет om шо ec ы» ра Fens [ио [ит HOMBRE: ECO жы [ше шо м» [юш | CIELO: жы [шопо м» а

Estos son los tres modos de entender la relación entre los triagramas de un hexagrama. De abajo para arriba, en cada uno de estos modos pueden actuar el uno sobre el otro como generando, destruyendo, dañando, o agotando. Combina los tres y obtendrás el significado completo del hexagrama, que puede compararse a alcanzar la meta del trabajo alquímico. Tierra, Hombre, y Cielo también son relacionados a las tres lineas de un triagrama, por lo que un elemento puede ser relacionado a un triagrama entero, oa solo una de sus lineas. Los triagramas madera tienen el mismo elemento en las tres lineas, y cambiando el valor de una linea en los hexagramas que no tienen un triagrama madera se puede incluir una linea madera en las lineas del hexagrama. En 111 y 000, la linea de abajo se cambia, en 010 y 101, la linea de arriba, y en 110 y 001 la linea del medio se cambia. Así, también se pueden encontrar los hexagramas relacionados de un hexagrama, como por ejemplo los hexagramas relacionados de 111111 son: 011111, 111011, y 011011. En cuanto a las interacciones de los elementos, estas pueden estudiarse en cualquiera de los trabajos comunes de metafísica china, tal como la astrologia china, el feng shui, y la medicina tradicional china. Los circulos de triagramas del Cielo anterior y posterior y sus correlaciones numéricas, los diagramas Ho Tu y Luo Shu, también son fundamentales para entender la alquimia china.

Table of Contents Alquimia Baha’i .

Baha'v'llah .

Astrologia Sabea Astrologia Sabea І ASTROLOGÍA SABEA. Lógica Sabea. . LOGICA SABEA . . DEL SEGUNDO LIBRO SOBRE LA GENERACIÓN Y CORRUPCIÓN DE ARISTOTELES Significado de los Números е ; CAPÍTULO TERCERO DEL 'TAROT DE LOS ВОНЕМІО$Ѕ’. LOS NÚMEROS . . REDUCCION TEOSOFICA ADICION TEOSOFICA . | SIGNIFICADO DE LOS NÚMEROS А Tetractys Sabeo . . EL TETRACTYS SABEO Filosofia de Papus . : PREFACIO DEL "TAROT DE LOS BOHEMIOS’ . DEL CAPÍTULO QUINTO, SOBRE LA CLAVE DE LOS ARCANOS MENORES DEL CAPITULO SETIMO, SOBRE LA RELACION ENTRE LOS ARCANOS MAYORES Y MENORES . PRIMER SEPTENARIO . SEGUNDO SEPTENARIO TERCER SEPTENARIO . . TERNARIO DE TRANSICION Interpretation del I-Ching. . INTERPRETACIÓN DEL I- CHING TIERRA: . HOMBRE: . CIELO:.